Con la crisis económica provocada por el coronavirus, ha repuntado el número de casos que se asocian al «síndrome de burnout».
Esta afección también denominada como síndrome «del trabajador quemado» o de «quemarse en el trabajo», es un tipo de estrés laboral persistente con agotamiento físico, emocional o mental relacionado con el entorno laboral.
Este trastorno, derivado del estrés laboral crónico, ha hecho mella principalmente en las profesiones centradas en el servicio a personas; como, por ejemplo en profesionales sanitarios, que se han enfrentado a situaciones de desprotección, inseguridad, escaso control, falta de material, etc.
O lo hemos visto también en trabajadores sociales, por desgracia saturados de problemas en situaciones de emergencia, sin apenas recursos y en ocasiones llenos de frustración por no poder dar una solución.
A estos profesionales hay que añadir, además, otros que valientemente han estado y siguen estando en primera línea en esta crisis.
En este contexto que vivimos el contenido de este artículo se hace aún más relevante, puesto que aumenta el número de personas que sufren síndrome de burnout debido a un estrés crónico en su trabajo. Y tú como nómada digital también puedes llegar a sufrirlo.
Desafortunadamente, hay personas que no saben que lo sufren, o incluso que lo consideran como algo «lógico» o «común» teniendo presente el contexto de crisis y/o el ritmo de vida acelerado. Es fundamental su detección.
El otro día conté cuántas horas había dedicado en mi vida al trabajo. Tomé como punto de partida la edad que me incorporé al mundo laboral, y para ello no solo conté las horas trabajadas, sino también las horas de trayecto ya fuese en coche, autobús, en bicicleta o andando.
Realmente me asombró la cantidad de horas que había dedicado al trabajo, sobre todo comparándolo con cuántas horas me había dedicado a mí misma.
Estaréis de acuerdo conmigo en que empleamos la mayor parte de nuestra vida trabajando. Siendo así, ¿creéis que sería lógico que pasásemos ese tiempo agotad@s y quemad@s? Si algo hemos aprendido de esta pandemia, es que la salud es lo más importante.
Antes de profundizar más en este síndrome, me gustaría presentarme para que me conocierais un poco mejor.
Soy Inma, trabajadora social, antropóloga, mediadora y coach PCC certificada por ICF (Federación Internacional de coaches), especialista en Inteligencia emocional y Programación neurolingüística.
Actualmente, en mi empresa ayudo a profesionales del ámbito social que tienen “quemado profesional” e imparto formaciones enfocadas a proporcionar herramientas para combatir ese quemado profesional y trabajar el desgaste emocional junto a la motivación, entre otras cosas.
Son formaciones creativas y reflexivas que aportan aire fresco y nuevas energías en las que hasta el momento se están obteniendo muy buenos resultados.
Basándome en mi experiencia como profesional del ámbito social, en este artículo os voy a introducir al síndrome de burnout: cómo lo conocí, qué es, sus fases, efectos, quiénes lo padecen y herramientas para combatirlo.
Cómo conocí el síndrome de burnout
Las personas que me seguís y conocéis sabéis que hablo muy claro y soy muy transparente. No intento ocultar la realidad y en este camino del corazón: me paro, observo, me caigo mucho, ¡y me levanto también! Intento aprender y disfruto especialmente de cada momento con mucha motivación e ilusión.
Me costó muchos años, cuando estaba enfocada solo en el trabajo, el darme cuenta de que nacemos para vivir y no para estresarnos.
Soy una mujer activa, apasionada y durante mucho tiempo viví para trabajar. Y sí, fui una de esas personas que pensaba que era lógico ese desgaste emocional, teniendo presente el ritmo de vida acelerado que tenía. En ese momento ni me planteé que podría tener el síndrome de burnout, ser una “trabajadora quemada”.
Al final, lo que os puedo decir es que no mereció la pena tanto trabajo y prisas, puesto que no disfruté de nada y aún menos de los momentos que me estaba brindando la vida.
Después de esa etapa continué reinventándome desde otra perspectiva y tras fundar mi propio gabinete profesional, pude trabajar con compañeros con síndrome de burnout diagnosticados.
Con ellos aprendí a ver a través de sus ojos aspectos diferentes que solamente se pueden ver desde su posición.
He visto a personas pasar por las diferentes fases del síndrome de burnout, que lo pasaron mal a nivel profesional, sufrieron cansancio físico, emocional y psíquico que afectó a su salud, a la calidad de su intervención profesional y a su vida en general.
Algo me pasa debido al trabajo, ¿es burnout o estrés?
Anímate a hacerte las siguientes preguntas para saber si estás en peligro de padecer un burnout:
- ¿Te causa estrés tener que ir a trabajar?
- ¿Has perdido la motivación para ir a trabajar?
- ¿Te falta energía para ser productivo?
- ¿Sientes que vives para trabajar?
- ¿Te has vuelto cínico o crítico con tus compañeros de trabajo?
- ¿Te has vuelto impaciente e irritable con tus clientes?
- ¿No estás satisfecho con tus logros en el trabajo?
- ¿Está consumiendo excesiva comida, alcohol, tabaco u otras drogas para sentirse mejor?
- ¿Sus hábitos de sueño o apetito han cambiado por culpa de su trabajo?
- ¿Está preocupado por los dolores de cabeza inexplicables, dolores de espalda u otros problemas físicos?
- ¿Te encuentras con falta de energía y malestar en tu día a día?
Si has contestado que sí a algunas de estas preguntas, puedes estar experimentado un burnout.
El síndrome de burnout es consecuencia del estrés laboral, pero esto no significa que sea lo mismo.
Si el estrés se hace crónico, persistiendo durante un tiempo prolongado acompañado de desgaste físico y emocional, se puede convertir en burnout.
El quemado profesional es mucho más que el estrés y sus síntomas son diferentes.
Cuando alguien está estresado, el estrés se manifiesta porque se quiere llegar a más de lo que puedes con una sobreimplicación, sobreesfuerzo, etc.
Por cierto, aquí te dejo un artículo sobre cómo evitar y prevenir el estrés, hay que cuidarse y no llegar a que se haga crónico.
El síndrome de burnout, sin embargo, es diferente, ya que se está tan quemado y hay un desgaste emocional tan evidente, que se pierde la ilusión, la motivación, desganas y falta de implicación que conlleva a una parálisis emocional.
En qué consiste el síndrome de burnout: su reconocimiento por la OMS
El término “Burn Out” o “Burnout”, que en español se traduce como “síndrome de estar quemado por el trabajo” se aplicó por primera vez en el mundo laboral en 1969.
A lo largo de estos años ha habido muchas definiciones de distintos autores, aunque coinciden en que se produce un desgaste, agotamiento y quemado del profesional. Vamos a ver algunas de ellas.
En 1974 Herbert Freudenberger describió el síndrome como “una sensación de fracaso y una existencia agotada o gastada que resulta de una sobrecarga por exigencias de energías, recursos personales o fuerza espiritual del trabajador”.
Maslach y Jackson en 1981 lo describieron como un síndrome tridimensional: “Síndrome de fatiga emocional, despersonalización y de un logro personal reducido que pueden ocurrir entre individuos que trabajan en contacto directo con personas o pacientes”.
En esta definición se habla de tres factores que intervienen en su desarrollo como son el agotamiento emocional, la despersonalización y la poca realización profesional.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido oficialmente el burnout como enfermedad.
Este reconocimiento entrará en vigor el próximo 1 de enero de 2022.
Puntualiza la OMS que el síndrome de burnout se circunscribe al entorno laboral y no debe de servir para describir situaciones de estrés en otras áreas de la vida.
Describe tres síntomas reconocibles que concurren en esta enfermedad laboral: sentimientos de agotamiento extremo, sentimientos negativos, cínicos o distanciamiento del trabajo y notable disminución de la eficacia laboral.
¿Cómo he llegado hasta aquí?
El Síndrome de burnout no aparece de un día para otro, sino que sigue un proceso de diferentes fases, que avanzan lenta, pero de forma continua, en la persona que lo padece, sufriendo alteraciones físicas, psíquicas y sociales de forma progresiva.
Vamos a verlas desde el inicio de una nueva actividad profesional.
1. Fase inicial o de entusiasmo
Es una fase cargada de expectativas positivas en la que prima la ilusión, la motivación, las ganas junto a una alta implicación y entrega ante el nuevo trabajo a desempeñar.
2. Fase de estancamiento
En esta fase se empieza a tomar conciencia de los costes ocasionados por la alta implicación, entrega, esfuerzo y dedicación al trabajo.
Hay desajuste entre las demandas y los recursos, y la sobreexigencia empieza hacer mella apareciendo el estrés. La persona valora que no hay una distribución equitativa entre su esfuerzo y los resultados que obtiene.
3. Fase de frustración
En esta fase se ha perdido la motivación, la persona se siente frustrada por las expectativas que tenía y empiezan a surgir desajustes emocionales, conductuales y físicos.
Los profesionales se sienten desbordados de tareas y comienzan los problemas en el ámbito laboral, como por ejemplo: malas relaciones con los compañeros y/o jefes, apatía, paralización de sus actividades, falta de interés, disminución del trato con los clientes, etc.
4. Fase de quemado
En este momento el profesional está abatido, con sentimientos de vacío total, sin fuerzas ni energías, sufre distanciamiento emocional y desvalorización profesional que le acarrea problemas no solo en su parcela laboral, sino en todas las parcelas de su vida.
Efectos: cómo influye en tu día a día
Hay numerosas clasificaciones para describir los efectos que tiene en las personas el burnout y cómo influye en su día a día.
He optado entre las mismas por la siguiente clasificación citada por J. Barría Muñoz, académico de Magister en Psicología Social- Comunitaria de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
GRUPO | CONSECUENCIA |
Psicológicas | Problemas psicosomáticos Actitudes negativas hacia sí mismo Depresión Sentimientos de culpabilidad Ansiedad Cólera Aburrimiento Baja tolerancia a la frustración Abuso de las drogas |
En el contexto organizacional | Disminución del rendimiento Actitudes negativas hacia el trabajo Falta de motivación hacia el trabajo Actitudes negativas hacia el cliente Incapacidad de realizar el trabajo con rigor Rotación Intención de abandonar o abandono real de trabajo Absentismo, descansos y largas pausas en el trabajo Insatisfacción en el trabajo Disminución del compromiso |
Contexto ambiental | Actitudes negativas hacia la vida en general Disminución de la calidad de la vida personal |
Como conclusión que se desprende del estudio de esta tabla, es que el síndrome de Burnout en diferentes contextos trae consigo consecuencias físicas, psicológicas, sociales.
Por eso es importante su detección y su tratamiento, ya que está demostrado que incluso aumenta el riesgo de tener accidentes.
El síndrome de burnout también tiene consecuencias para las empresas, disminuye el rendimiento de los equipos, bajando la eficacia de las empresas.
Quiénes lo padecen y cómo afecta a los profesionales
El síndrome de burnout afecta a todas las profesiones, aunque se da de manera más significativa en aquellas que se encargan del acompañamiento, atención y servicios a personas.
Está demostrado que, a mayor vocación, más quemado.
Mis años de experiencia como trabajadora social tanto en la empresa privada, en el sector público y también como freelance, me han demostrado que en el ámbito social hay un elevadísimo grado de quemado profesional.
Como he comentado, he trabajado con personas con síndrome de burnout con un desgaste físico, psíquico y emocional que no solo afecta a su intervención profesional, sino a su salud y a su vida en general.
He tenido compañeros o clientes donde el síndrome de burnout les ha afectado, por ejemplo, con las siguientes consecuencias:
- Consecuencias físicas: contracturas musculares (dolor de cuello, espalda…), dolor de cabeza, problemas dermatológicos, digestivos (vómitos, diarrea, gases…), sexuales y respiratorios (palpitaciones, mareos, ahogo, dificultades para respirar), problemas para dormir, bajada de defensas con afecciones, etc.
- Consecuencias psicológicas: depresión, ansiedad, aumento de adicciones (comer o fumar compulsivamente), fatiga crónica, malestar en general, etc.
Todo ello les lleva a tener poca implicación en el trabajo (incluso absentismo laboral), a estar anclados en la queja y la culpa, a la insensibilidad, cinismo, irresponsabilidad en sus obligaciones, hostilidad, irritabilidad, negatividad, insatisfacción, subjetividad o problemas para tomar decisiones. Dando lugar a prácticas inadecuadas en su entorno laboral.
Herramientas para detectar el síndrome de burnout: el coaching personal
En este apartado te voy a explicar cómo emprendedores o “freelance”, nómadas digitales y trabajador@s por cuenta ajena pueden detectar si están o no atravesando una etapa de burnout.
Empezaré por explicar qué es el coaching para que tengas más claro cómo te puede ayudar en el caso de que lo necesites.
1. Qué es el coaching
La palabra “coaching” procede del verbo inglés to coach, que significa “entrenar”. Es un proceso de acompañamiento iluminador donde el coach, a través de preguntas, acompaña al cliente a explorar, indagar y sacar a relucir qué es lo que le impide conseguir el resultado deseado que quiere trabajar en la sesión.
Es un proceso conversacional, dinámico, creativo, confidencial entre un coach (facilitador) y un coachee (cliente) que sirve para detectar situaciones de malestar y alcanzar metas con acción. Es un entrenamiento de la conciencia y la acción.
A veces nos quedamos anclados en situaciones de la vida cotidiana con un malestar que se prolonga en el tiempo y al que no le sabemos poner nombre, como pasa en algunos casos con el síndrome de burnout.
El coaching es una excelente herramienta para que el cliente tome conciencia y pueda detectar lo que le ocurre.
Es como un viaje en carretera en el que hay varias etapas hasta llegar al destino final (el objetivo), chequeando el avance hacia el mismo a lo largo del proceso a través de preguntas.
2. Para qué sirve el coaching
En base a mi experiencia os puedo decir que mucho. Los coaches somos facilitadores de un proceso cambio, siendo la persona la propia protagonista de este proceso de cambio.
Un proceso de coaching consiste en un proceso de transformación en el que vas a pasar de una situación actual que no te agrada, a mejorar a una situación deseada en la que consigues tus objetivos o situaciones estancadas. Este proceso está compuesto por un número de sesiones.
Cada sesión es un espacio donde una persona desarrolla y consigue aquello que se propone. Algunas veces son objetivos, deseos, sueños o el dar respuesta situaciones de la vida cotidiana que persisten con el tiempo.
A través del coaching la persona saca a relucir sus propios recursos, todas esas potencialidades y habilidades que le ayudarán en el tema que nos ocupa.
Le hará que sea consciente de qué le ocurre y quiera dar el primer paso para tratarlo. Es una excelente herramienta para la detección del síndrome de burnout.
Algunas personas no avanzan en el tema que tienen anclado. Muchas veces porque no saben con claridad qué les pasa o a dónde quieren llegar. O porque van por caminos que no les conducen a su meta.
Con herramientas de coaching se puede definir esa visión y aportar claridad sobre qué le está ocurriendo y qué quiere conseguir esa persona. Esa claridad le ayudará a incrementar su desempeño y energía y a dar el primer paso para combatir el burnout.
El coaching sirve para detectar casos de malestar y conseguir objetivos, deseos, situaciones de la vida cotidiana estancadas, metas, etc.
Recuerda: si insistes en algo, persistes. Si aceptas y actúas, transformas.
Y es que con acción obtienes la transformación. Y el coaching te ayuda a ponerte en marcha.
Otro consejo adicional y a nivel individual es hacer meditación, esta práctica tiene multitud de beneficios para llevar mejor el burnout.
3 Cómo ayuda el coaching a detectar casos de síndrome de burnout
El coaching ayuda a detectar casos de estrés crónico, ya que, como he comentado, en muchos casos de burnout la persona no es consciente de que lo tiene.
Si la persona decide experimentar el coaching, las preguntas poderosas de las sesiones le ayudarán a explorar, indagar, aclarar, crear nuevas posibilidades, revelar información que desconocía, a conectar con su ser, a tomar conciencia y dar el primer paso comprometiéndose con un plan de acción.
Os propongo para experimentarlo que os animéis a hacer este pequeño ejercicio con “La rueda de la vida”, que es una especie de radiografía que nos facilita saber tu grado de satisfacción en las áreas de tu vida.
Se me ocurre, teniendo presente el tema que nos ocupa, una adaptación al ámbito laboral siendo un primer paso para detectar tu satisfacción en tu trabajo actual.
¿Te animas?
4. Herramienta para medir la satisfacción en el trabajo: La rueda de la vida laboral
Dibuja una circunferencia dividida en 12 partes iguales. Para la autoevaluación estas se pueden numerar de 0 a 10, siendo el 0 el centro del círculo y el 10 estando en el perímetro de la circunferencia.
Tienes que expresar tu propio nivel de satisfacción y éxito en el mismo momento que hagas la rueda.
Estas 12 partes son las siguientes:
- Condiciones del trabajo: condiciones y lugar donde habitualmente trabajes.
- Material en general: archivadores, cuadernos, folios, carpeta, orden de la documentación en el disco duro del PC o los materiales adaptados a tu trabajo.
- Distancia y ubicación del lugar de trabajo: si estás satisfecho con el recorrido o con trabajar en casa.
- Tiempo total dedicado al trabajo. Evaluarlo junto con el tiempo dedicado al ocio, a más equilibrio, mayor nota.
- Relación con los compañeros y jefes.
- Motivación intrínseca: constancia, capacidad de superación de problemas, autocontrol/autorregulación…
- Tareas que te gustan del trabajo.
- Tareas que no te gustan del trabajo (a menos tareas que no te gustan, mayor nota).
- Apoyo externo en el trabajo: jefes, compañeros, etc.
- Sueldo: si es proporcionado el esfuerzo realizado con los resultados obtenidos o estás conforme con él.
- Niveles de estrés en el día a día: malestar o consecuencias físicas como dolor de espalda u otras molestias. A menos dolencias, mayor nota en tu rueda.
- Relación interpersonal y autoevaluación: relación con jefes (si los tienes) y compañeros. O bien relación con tu trabajo como freelance; autocrítica constructiva (nivel general de satisfacción consigo mismo).
Tras finalizar de marcar un punto (del 0 al 10) en cada área según te evalúas en este momento.
Dibuja una línea continua que una todos los puntos marcados en cada área.
Este dibujo es tu rueda laboral. Si tuvieras que viajar con esta rueda… ¿Cómo sería tu viaje?
Y en este viaje, ¿qué consejo te darías?
Si tuvieras que elegir una palabra para definir tu grado de satisfacción con esta rueda, ¿cuál sería?
Herramienta para combatir el síndrome de burnout en las empresas: el coaching de equipos
A continuación te voy a hablar del coaching de equipos, cada vez más recurrido debido a los beneficios que conlleva.
1. Qué es el coaching de equipos
El coaching de equipos es un proceso que se realiza con un grupo de personas que trabajan juntas con el propósito de desarrollar un equipo de alto rendimiento.
“Burnout” no suele ser una palabra muy agradable para las empresas, y es que cada vez son más habituales las bajas laborales por esta nueva enfermedad laboral llamada “Síndrome de burnout” o “Síndrome de quemado por el trabajo”.
Tener a personal quemado con desgaste emocional es, en definitiva, tener un clima laboral negativo que tiene un impacto negativo en la empresa, ya que influye en el rendimiento de todo el equipo.
Y el tener un equipo de bajo rendimiento disminuye competitividad de la empresa en el mercado y tiene efectos negativos en sus resultados.
2. Para qué sirve el coaching de equipo
Acorde a mi experiencia, me gustaría compartir que cada vez es más habitual encontrar en las empresas plantillas que trabajan como grupos en vez de equipos.
El coaching de grupos es diferente al coaching de equipos. Cuando trabajo con grupos, son un grupo de personas que tienen un mismo objetivo de coaching pero que no trabajan en la misma empresa o departamento.
Para un grupo los objetivos son individuales, el liderazgo no está definido, los conflictos se suelen evadir o resolverse por imposición y están más centrados en la tarea, no tienen que tener un sentido de identidad o valores comunes, por ejemplo.
Cuando me demandan coaching de equipo en empresas, lo primero que trabajamos es si la plantilla trabaja como grupo o equipo.
Actualmente, con la crisis económica, hay perfiles diferentes de empresas que demandan este servicio como apoyo para paliar la situación de su plantilla y llevar esta situación lo mejor posible.
Y es que las empresas se componen de personas y es importante reforzarlas para ir más allá.
El ritmo acelerado, la acumulación de trabajo, la rutina… Hace que el equipo o grupo en la empresa se encuentre en el mismo bucle con los mismos monotemas.
El hecho de que llegue una persona externa, un coach de equipo con una mente limpia sin estar abrumada en ese bucle diario, tiene múltiples beneficios. Le permite tener una primera toma de consciencia para saber quién es el equipo y dónde está, y así hacer frente a situaciones estancadas con un clima negativo que influyen en que sean equipos de bajo rendimiento.
El coach de equipo debe saber cómo desarrollar el máximo rendimiento de un equipo a través de la toma de conciencia y la acción, aplicando técnicas y herramientas específicas de coaching de equipos.
Una de las opciones a realizar antes de un proceso de equipo son las entrevistas individuales de diagnósticos o talleres de diagnóstico. En ellas hacemos dinámicas para establecer el diagnóstico y la visión del equipo. Después del taller o entrevista entrego un informe con las conclusiones y compromisos.
El coaching de equipos sirve para crear equipos de alto rendimiento con múltiples beneficios para las empresas y sus trabajadores. Y es que tener un equipo de alto rendimiento es el principal recurso que tienen una empresa y es uno de los aspectos primordiales que le garantiza un buen funcionamiento.
Un equipo de alto rendimiento tiene objetivos compartidos, sus funciones están definidas, los conflictos se enfrentan y se resuelven por consenso, no solo se centran en la tarea sino en darse apoyo.
El equipo tiene un sentido de identidad y valores comunes o respetados.
¿Cómo cambiaría tu empresa si tu plantilla de trabajo pasará a ser un equipo de alto rendimiento? ¿Qué impacto tendría en los resultados de la empresa? ¿Cómo cambiaría el clima laboral de tu empresa? ¿Cómo se sentirían los trabajadores?
Por ello, el coaching de equipos es una necesidad, un servicio que se demanda cada vez más en las empresas y tienen muy buenos resultados por rentabilidad, efectividad y su alto impacto. Es una excelente vacuna empresarial.
3. Cómo ayuda el coaching de equipos a las empresas y a sus trabajadores
Estos son los beneficios de implementar el coaching de equipos en una empresa u organización:
- Eleva la conciencia del equipo como sistema sobre sus fortalezas y debilidades (creencias, emociones, estrategias, conductas).
- Acompaña y ayuda al equipo en su viaje de desarrollo, haciendo que se cuestione sus estrategias y conductas de forma constante.
- Ayuda al equipo a generar una visión, misión y valores compartidos.
- Fortalece el compromiso y la responsabilidad de los miembros del equipo con este.
- Mejora las relaciones entre los miembros del equipo.
- Mejora la efectividad de las reuniones del equipo.
- Crea alianzas de equipos, mejora la comunicación en el equipo y las reuniones.
Un equipo de alto rendimiento es aquel que tiene:
- Foco en los resultados.
- Liderazgo compartido.
- Implicación, compromiso.
- Colaboración.
- Confianza.
Como ves, el coaching de equipos es una herramienta importante que puede ser de gran ayuda en una empresa.
Por eso, en Motiva-te, además de impartir sesiones de coaching de equipos, se organizan talleres y formaciones sobre Inteligencia emocional y coaching para profesionales del área social con muy buenos resultados.
4. Herramienta de coaching de equipo: La rueda de liderazgo
Un tema fundamental en el coaching de equipos es el liderazgo y una herramienta utilizada es la rueda de liderazgo.
El liderazgo empieza por uno mismo. Autoliderazgo implica: conocer, cuestionar y renovar nuestras creencias, juicios, valores, misión y visión, emociones y hábitos.
Si no nos lideramos a nosotros, ¿cómo podemos pretender liderar a nadie?
Hay una frase de Peter Ducker que me gusta mucho: “Los líderes del pasado debían saber hablar. Los líderes del futuro deberán saber preguntar”.
Así que, ¿por dónde hay que empezar? Autoliderazgo.
Volvemos hacer el mismo ejercicio que antes en el coaching individual. Dibuja una circunferencia dividida en 8 partes. Debes puntuar del 1 al 10 tu grado de satisfacción en cada habilidad.
Marca un punto (del 0 al 10) en cada área según te evalúas en este momento.
- Orientación a resultados.
- Visión clara y motivadora.
- Dirección y desarrollo de las personas.
- Capacidad de decisión.
- Comunicación clara y asertiva.
- Gestión emocional.
- Ética y honestidad.
- Flexibilidad y gestión del cambio.
Dibuja una línea continua que una todos los puntos marcados en cada área.
Este dibujo es tu rueda que mide tu liderazgo. Si tuvieras que viajar con esta rueda… ¿Cómo sería tu viaje?
Más herramientas de desarrollo personal y profesional para
emprendedores, nómadas digitales y empresas
En este último apartado, os invito a que seamos autocríticos en estos tiempos con respecto a nuestro rol como emprendedores, nómadas digitales y empresarios.
En esta crisis se olvida con bastante frecuencia que el principal recurso debe ser el propio profesional. Se olvida el papel que desempeñamos los autónomos y las empresas de este país. Así que, como hay tanto «olvido», es fundamental no olvidarnos de autocuidarnos a nosotros o nosotras mismas. Si no, llegará un día en el que la situación no te permitirá avanzar y mucho menos trabajar por el síndrome de Burnout.
Estamos en una crisis sanitaria, económica y social con mucha incertidumbre. Muchos de nosotros y nosotras estamos en primera línea en este campo de batalla, por lo que a menudo nos vemos desbordados física y mentalmente. De ahí que se busquen herramientas para combatirlo fuera del trabajo, porque vamos a hablar claro, esta crisis no está siendo un camino de rosas.
Motiva-te y autocuídate, reflexiona para estar bien y actuar mejor tomando consciencia de que, además de profesional, eres persona y tienes un ser interior que también hay que trabajar. Hacerlo desde la paz y la calma es la mejor forma de tomar buenas decisiones en nuestros proyectos y empresas.
Como dice Albert Einstein: «Entre las dificultades se esconde la oportunidad».
Así que vamos a ser positivos y estar seguros de que con motivación y acción se obtiene la transformación.
Os voy a compartir para ello algunos tips que yo pongo en práctica en mi día a día como emprendedora, nómada digital y empresaria, y que me sigue ayudando mucho en esta aventura laboral del emprendimiento y en tiempos de crisis.
- Importante: Planificación y gestión del tiempo. Precaución con los ladrones y goteras del tiempo.
- Estar bien para actuar mejor. Hay un gran abanico de herramientas de desarrollo personal y profesional como practicar Mindfulness, entrenar la Inteligencia emocional, etc. Os recomiendo que para vencer la incertidumbre, no mires fuera, asómate dentro y prioriza tu autocuidado. Tanto el mundo cognitivo, emocional y físico.
- Simpleza: cuanto más simple los objetivos, más alcanzables y con objetivos pequeños llegas a lo gordo y así avanzas. Un buen ejercicio, definir tus objetivos SMART.
- Actitud abierta y flexible a la experimentación, adáptate a los tiempos en los que estamos envueltos improvisando y adaptándote.
- Una de las claves de mi desarrollo profesional ha sido poner el foco en lo que me encanta, confiar en mí, en mis posibilidades y en el valor que aporto. Motiva-te y confía en ti, en tus posibilidades y en el valor que aportas con tu proyecto. Lee libros de motivación y superación, esto te ayudará a comprenderte mejor.
- Trabajar mi fuente de motivación. Soy pura ilusión y motivación. Para mí, la motivación es la clave. Y como la motivación requiere acción, esa es mi misión, conseguir que mis clientes pasen a la acción trabajando la motivación.
Y recuerda que no siempre podemos con todo. No todo tiene respuesta, no todo tiene sentido. No todo es justo, no todo es lógico. Aprende a vivir con eso y autocuídate en tu entorno laboral.
Hay un gran abanico de herramientas de desarrollo personal y profesional y muchos profesionales que estaremos encantad@s de ayudarte. Si no, llegará un día en el que esto no te permitirá avanzar y mucho menos continuar con tu proyecto profesional.
Motiva-te y ponte en marcha. Para que algo suceda, haz que se mueva
Al individualismo, la competitividad y las exigencias de hacerlo todo con la máxima eficacia y eficiencia en el mínimo tiempo posible hay que añadirle la crisis económica que estamos viviendo.
Esto viene de la crisis sanitaria del coronavirus que ha traído, tanto a los trabajadores por cuenta propia como ajena, la sensación de frustración, agobio, desesperanza, baja autoestima, ahogo, etc.
Y si al estrés laboral del día a día le añadimos las obligaciones familiares o sociales, los profesionales se ven sometidos a un ritmo de vida sumamente acelerado. Se ven desbordados de exigencias que a la larga no solo afecta a su trabajo, sino también a su salud y a su vida en general.
¿Cómo sería tu vida si en vez de trabajar bajo presión trabajaras bajo pasión?
¿Cómo sería tu empresa si en vez de tener un equipo o grupo de bajo rendimiento, tuvieras un equipo de alto rendimiento?
Así que llegados a este punto creo que es evidente los beneficios que aporta el coaching para detectar el síndrome de burnout y combatirlo en las empresas.
Todas las personas y empresas que conozco que han triunfado son personas que pasan a la acción. Y es que, como bien dice Steve Backley, hay tres tipos de personas en este mundo:
- Primero están las que hacen que ocurran las cosas.
- Luego están las que ven como ocurren las cosas.
- Por último, están las que preguntan.
¿Qué ha ocurrido? ¿Cuál quieres ser tú?
Y es que, para que algo suceda, ¡haz que se mueva! ¡Motiva-te!
Bibliografía del artículo
Te dejo aquí documentos a los que he recurrido para realizar este artículo, por si quieres echarles un ojo:
- Barria Muñoz, J. (2002) Síndrome de Burnout en asistentes Sociales del Servicio Nacional de Menores de la Región Metropolitana de Chile. Tesis para optar a Grado. Académico de Magister en Psicología Social- Comunitaria de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Pueden encontrarlo en Internet en:
- Buendía, J (1998). Riesgos psicosociales en la universidad. El síndrome de “Burnout” y el “mobbing”. La Mutua. Revista Técnica de Salud laboral y Prevención. Disponible en formato digital.
Espero que te sean útiles.
Ahora te toca a ti
¿Qué opinas sobre el síndrome de burnout? ¿Conoces algún caso?
Estaré encantada de leerte en los comentarios.
Imagen de portada de Shutterstock por Paulaphoto.
2 respuestas
Hola! Me encanta tu post. Si creo que ya experimenté todas las etapas, el agotamiento es tremendo. Y no quiero volver ahí.
Hasta ahora la meditación, reiki y gimnasia al aire libre son lo que mejor me resulta de todo.
Saludos!
Hola Eber! Me alegro mucho que te encante el post. La meditación , reiki, gimnasia al aire libre son estrategias maravillosas para prevenirlo y como bien dices no volver ahí . ¡Muchas gracias por compartirlo!. Es importante seguir dando visibilidad al síndrome de burnout y nutrirnos de experiencias.