La meditación es una práctica milenaria que en los últimos años está causando sensación en Occidente.
Ciertamente aporta muchos beneficios, generando bienestar emocional y mental, que es precisamente lo que hoy día necesitamos con urgencia.
Ciertamente es muy útil por varias razones y la gente está dispuesta a intentarlo para ver si es cierto todo lo qué dicen.
Y es que la meditación, si se hace correctamente, mejora la calidad de vida y reduce la ansiedad. Además, es una práctica perfecta para trabajar la inteligencia emocional y ser dueño de tus impulsos.
En la actualidad resulta clave calmar nuestra mente por el estrés continuo al que estamos sometidos y éste es un buen método de relajación para conseguirlo. Por suerte, se puede aprender a meditar. Tan solo necesitas un buen profesional que te ayude o seguir algunos de los pasos marcados en Internet.
Qué necesito para aprender a meditar
Meditar no es fácil, aún menos cuando estás empezando.
Tan solo la práctica y la disciplina llevan a la perfección; un camino para el que no todo el mundo está capacitado. Además, aunque no lo parezca también requiere de cierto esfuerzo físico.
Y ahora te voy a explicar qué necesitas para conseguirlo:
- Un lugar tranquilo: todo cuanto necesitas es un lugar sin ruidos y tomar una posición confortable. Una vez lo tengas, piensa en cosas que generen paz y bienestar.
- Concentrarse en la respiración: esto es algo muy importante. Inhalar aire por la nariz y prestar atención a la respiración, son cuestiones que hay que tener en cuenta. En la meditación trascendental, la persona puede repetir en su mente alguna frase, oración, palabra o sonido. En realidad, cualquier cosa que te lleve a un estado de paz y relajación mental.
- Ser consciente del ahora: para aprender a meditar, resulta primordial vivir el momento. El aquí y el ahora son fundamentales para disfrutar de una meditación consciente. Hay personas que meditan con los ojos cerrados y otros que lo hacen con los ojos ligeramente abiertos. Hay quien prefiere estar sentado e incluso los hay que prefieren permanecer tumbados. En realidad, nada de eso importa.
- Darte cuenta de que evolucionar y estar mejor es posible: Meditar es estar en paz y reconocer que puedes cambiar todo aquello que solo te produce mal. Envidia, culpa o ira, destierra esos sentimientos dañinos de tu vida y conviértete en alguien más positivo.
Puede que te resulte muy complicado al principio, pero una vez incluyas la meditación en tu vida, todo será diferente. Comienza a familiarizarte con esta cultura milenaria y adopta las técnicas que mejor se amolden a ti.
Quizás aún no seas consciente de todo lo que puede aportar a tu vida, pero poco a poco irás notando un cambio dentro de ti.
Dónde aprender a meditar
La meditación es práctica. Requiere grandes dosis de atención y concentración y todo es cuestión de acostumbrarse. Conocer la mente es algo muy complicado, pero podemos hacer que se relaje.
Proporcionar cierta estabilidad a la mente es prioritario en la meditación. Normalmente se encuentra muy dispersa y absorbe todo tipo de información que puede llegar a lastimar. Para disfrutar de una vida plena se necesita paz mental y la mejor forma de conseguirlo es a través de la meditación.
Conocer tu mente te llevará a conocerte a ti mismo. Ese y no otro es el verdadero significado de la meditación. Ser consciente de uno mismo, dejando a un lado las distracciones mundanas. Ahora bien, ¿dónde aprender a meditar? ¿Cuál es el lugar más idóneo para comenzar a cambiar tu vida?
Buscar el lugar ideal para meditar no parece fácil, pero no hay nada imposible. Al hablar de viajes espirituales, se nos vienen a la mente lugares idílicos de paisajes maravillosos y edificios históricos de cuento de hadas.
Ciertamente, uno de los destinos más impresionantes para meditar es la India. De igual forma, en un pueblo de México llamado Mazunte existe un lugar espiritual muy especial; un retiro especialmente indicado para los amantes de la meditación.
Sin ir mucho más lejos, podemos viajar hasta el monasterio budista de Pedreguer, en Alicante, y aprovechar sus vistas espectaculares al mar Mediterráneo. ¿Acaso puede haber un lugar más espectacular que éste, erigido en lo alto de una colina?
Hay muchos lugares simplemente perfectos para hacer meditación. Ahora bien, tu casa también puede ser un lugar apto, siempre y cuando se presenten las condiciones necesarias.
Debes saber que se puede meditar en el jardín, en el salón o en tu habitación. Sin embargo, el lugar escogido debe estar limpio y ordenado y presentar el menor ruido posible. El entorno ejerce un efecto directo muy influenciable en la meditación y es preciso tenerlo en cuenta.
Pasos para aprender a meditar desde cero
1. Ponerse ropa cómoda
Para aprender a meditar desde cero se necesita llevar ropa que no suponga ninguna distracción. Es conveniente deshacerse de los zapatos y escoger prendas anchas para evitar interrupciones.
De ese modo, hay que optar por desechar la ropa ajustada.
De igual forma, es importante quitarse todos aquellos complementos que pueden resultar molestos en un momento dado, como relojes, anillos, pulseras y demás.
2. El lugar es importante
Sobre todo, para estar concentrados. Debe ser un sitio relajado, libre de interferencias externas. No hace falta que sea un lugar olvidado de la mano de Dios, también puede ser la habitación de tu casa.
Con sentirse a gusto y centrado, es suficiente.
Hay recintos especiales donde las personas se reúnen para meditar, aunque también puedes optar por un sitio donde nadie te moleste. Un altar budista y oler a incienso parece que te van a ayudar a meditar, pero la realidad es que nada importa salvo tu mente.
4. La postura
Revisar la postura resulta muy conveniente. Hay muchas clases, aunque tampoco es necesario que te lo tomes tan en serio y tomes una postura imposible.
Lo típico es hacerlo sentado y con las piernas cruzadas, aunque también se puede meditar en una silla.
Lo verdaderamente importante es tener la espalda recta y que puedas corregir la postura en cualquier momento. Durante las primeras sesiones se recomienda tener los ojos cerrados.
Sin embargo, si lo que te produce es sueño, intenta abrirlos ligeramente. Es conveniente que la cabeza esté un poco inclinada hacia adelante y que las manos vayan sobre los muslos.
La mandíbula debe estar relajada y la lengua debe permanecer detrás de los dientes, sin ejercer ninguna impresión.
5. El tiempo
Basta con pocos minutos para empezar a meditar.
Ten en cuenta que no resulta sencillo y no puedes pasarte horas con los ojos cerrados, dedicándote a despejar tu mente. Esos pocos minutos te ayudarán a conseguirlo.
Eso sí, bajo ningún concepto estés pendiente del reloj. Con poner el despertador o la alarma de tu móvil será suficiente.
Poco a poco podrás aumentar el tiempo de meditación.
Por eso, para empezar basta con unos pocos minutos e incluso con un solo minuto e ir progresando diariamente. Al final conseguirás llegar a los 30 minutos para mejorar tu bienestar.
6. Evita interrupciones y ruidos
Eliminar ruidos durante la sesión es prioritario. Apaga el móvil y deja a un lado todas las distracciones que tienes a tu alrededor. El ruido de las ciudades es constante y es muy posible que cualquier cosa te saque de la concentración. Lo ideal es mantener la posición y, una vez localizado el ruido, regresar a la sesión.
7. Ten paciencia
Al principio no será nada fácil porque sin estímulos visuales, la mente te jugará malas pasadas, con mil pensamientos que debes aprender a desechar. Concéntrate en un objeto determinado o en tu propia respiración. Si avanzas, tal vez puedas optar por otros tipos de meditación, como aquella que se centra en los sonidos.
8. Controla tu estado mental
Una vez tengas controlados el lugar, la postura o los ruidos, llega la parte más difícil.
¿Qué debes hacer con la mente? Aprender a dominarla.
Con empeño se puede conseguir, tan solo se necesita dedicación y un poco de disciplina. Simplemente pon atención a las partes de tu cuerpo, a la gravedad y a la oscuridad, y siente tu respiración.
Durante la meditación te abordarán ciertos pensamientos. Es algo natural y bastante común, simplemente debes aceptarlos como vienen para volver a concentrarte en la respiración o en un objeto.
Beneficios de la meditación
Las investigaciones acerca de la meditación no han dejado de sucederse. Mejorar la salud mental de las personas es la mayor prioridad de la meditación y diversos estudios han demostrado que resulta efectivo.
Ahora bien, ¿cuáles son sus beneficios? ¿Para qué sirve meditar?
Los motivos son diferentes, a cada cual más beneficioso:
- Incide positivamente en el sistema inmunológico.
- Contrarresta los efectos del estrés. De hecho, meditar te ayudará a hacer un cambio de vida.
- Sirve para empatizar con los demás.
- Mejora la calidad de vida.
- Mejora las funciones cognitivas y la memoria.
- Mejora la concentración y la capacidad de atención.
- Genera la aparición de pensamientos positivos.
- Se ve la vida desde otro punto de vista más optimista.
- Ayuda a sobrellevar ciertas situaciones de forma más fácil.
- Se consigue un estado mental más equilibrado.
- Mayor equilibrio emocional.
- Aumento de la tolerancia al dolor.
La meditación conduce al bienestar psicológico, pero para ello hay que aceptar ciertas emociones, sensaciones y pensamientos, sin tratar de modificarlos o eliminarlos.
Conviértete en un meditador nato y haz de la meditación un hábito diario saludable. Tan solo añádelo a tu vida y sus beneficios te llegarán sin más.
Fotografía Shutterstock: mujer haciendo meditación en una playa.