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cómo conseguir la libertad financiera

Tabla de contenidos

Cada vez más gente se plantea la meta de conseguir la libertad financiera cuanto antes para poder vivir la vida que de verdad quieren.

¿Quién no quiere tener el dinero o los ingresos suficientes para no tener que trabajar y dedicar su tiempo a hacer lo que realmente le gusta?

A pesar de que parezca demasiado bonito o una utopía reservada solo para unos pocos, no es imposible de conseguir. Y tú también puedes hacerlo. 😉

En este artículo, te ayudamos en este proceso. Para ello, te contamos todo lo que debes saber sobre este concepto y te explicamos los pasos que debes seguir para ser independiente financieramente hablando.

¿Qué es la libertad financiera?

Empecemos por el principio. Este es un término algo ambiguo y puede tener matices para cada persona, pero de manera general, la libertad financiera es tener los ingresos (o dinero) suficientes para cubrir todas tus necesidades económicas sin tener que trabajar (o trabajando muy poco).

Como hemos dicho, esto puede variar de persona a persona. Quizá para ti ser libre financieramente sea tener suficiente dinero para no trabajar nunca más, pero para otra persona signifique trabajar 4 horas al día en algo que le apasiona y que le genera ingresos para vivir como quiere.

cómo conseguir la libertad financiera
La libertad financiera es tener ingresos o dinero suficientes para cubrir todas tus necesidades sin tener que trabajar.

En los últimos años, se ha popularizado el movimiento FIRE, Financial Independence, Retire Early (que vendría a ser «independencia financiera, jubilación temprana»). Esta corriente de pensamiento se basa en combinar un estilo de vida sencillo con una inversión inteligente del dinero para poder generar rentas que permitan dejar de trabajar lo antes posible.

Este pensamiento tiene toda la lógica del mundo y cada vez más gente se da cuenta de que esperar a jubilarse para empezar a vivir la vida que quieren no tiene sentido. De ahí que busquen la manera de conseguir la libertad financiera cuando todavía son jóvenes.

Y tú, ¿estás también en este punto? Genial, porque has llegado al lugar ideal para empezar tu camino hacia la libertad.

Pero antes, queremos remarcar que la libertad financiera no es algo que se consigue de un día para otro, es necesario trabajar mucho para construirla.

Además, tampoco es un bien o posesión que se tiene o no se tiene. Es más una situación gradual que puede ir aumentando o reduciéndose. Puedes medirla, por ejemplo, en años: con el dinero o ingresos que tienes, ¿cuántos años podrías vivir con el nivel de vida que quieres llevar?

Así pues, para conseguir esta libertad, vas a tener que marcar prioridades, controlar el gasto y crear una estrategia para generar ingresos pasivos o semipasivos. Pero no te preocupes porque te explicamos cómo hacer todo esto unos apartados más abajo.

Tipos de libertad o independencia

Ya hemos dicho que conseguir la independencia financiera es un proceso gradual que se va consiguiendo poco a poco. Por eso, lo habitual es pasar por varias etapas de la libertad financiera, de menos a más libertad. Vamos a verlas.

1. Seguridad financiera

Primero, debes asentar las bases. En esta fase, tienes que centrarte en conseguir ingresos estables para llegar a fin de mes (suficientes para cubrir los gastos básicos: luz, agua, comida, alquiler o hipoteca, etc.) y para poder empezar a construir tu colchón de seguridad.

Esos ingresos estables pueden proceder de un trabajo tradicional, pero debes ir ya construyendo y trabajando en tus fuentes de ingresos pasivos o semipasivos.

proceso para conseguir la libertad financiera
Llegar a la libertad financiera es un proceso que lleva tiempo y planificación.

2. Independencia financiera

La siguiente fase es una estabilización y evolución de la anterior. Aquí, la cantidad de ingresos estables va creciendo, al igual que lo hacen los ahorros. De este modo, puedes destinar una parte de ellos a algo más que la propia «supervivencia financiera», por ejemplo, salir a comer fuera algún, renovar un electrodoméstico…

En esta fase, lo ideal es que los ingresos de fuentes pasivas sean ya iguales o superiores a las de tu trabajo estable. Debes seguir trabajando en ellas, mejorándolas y ampliándolas, para que en X tiempo, puedas dejar el trabajo tradicional.

3. Libertad financiera

Finalmente, está la libertad financiera. Es el broche de todo el proceso. En esta fase, ya cuentas con dinero ahorrado o fuentes de ingresos (semi)pasivas que pueden cubrir tus gastos fijos y extraordinarios sin tener que trabajar o trabajando muy poco.

Es decir, en este punto, ya has dejado tu trabajo tradicional (a no ser que te apasione y quieras seguir en él) y tus ingresos provienen de todas las fuentes pasivas que has ido generando durante las fases anteriores.

Llegar a esta fase implica mucho tiempo y esfuerzo, dependiendo de cuál sea tu punto de partida. Si quieres ponerte manos a la obra, más abajo te contamos los pasos que debes seguir. Pero antes, mira los beneficios de ser libre económicamente.

Ventajas de la libertad financiera

Seguro que te vienen a la mente los típicos beneficios de tener independencia financiera. Pero hay algunos que seguro que no se te habían ocurrido. Vamos a verlos todos.

  • Aumento de la autonomía y del poder de decisión
  • Si decides trabajar, trabajas en lo que de verdad quieres y como quieres
  • Tienes libertad para irte de vacaciones cuando quieras
  • Adiós al estrés por problemas económicos y relacionados
  • Te aseguras una buena jubilación (si haces las cosas bien)
  • En resumen, mejora tu calidad de vida por todo lo anterior

Estos son solo algunos ejemplos de las ventajas de la libertad financiera y seguro que hay más dependiendo de cada persona.

Cómo conseguir la libertad financiera: pasos a seguir

El camino de cada persona para llegar a la ansiada libertad financiera es diferente, según su situación y objetivos. Aún así, existen algunos pasos que pueden ser útiles a la gran mayoría de personas. Revísalos y empieza a trabajar en tu camino a la libertad.

Paso 1: Define tus objetivos

Antes de empezar, es importante establecer metas. Esto es la clave de cualquier proceso con el que quieras alcanzar algo, no solo del de la libertad financiera. Los objetivos te darán una dirección y te ayudarán a mantener la motivación en los momentos complicados.

¿Qué es para ti la libertad financiera? ¿Cuáles son tus objetivos? Pueden ser muy variados:

  • Dejar de trabajar a cierta edad
  • Tener tiempo y recursos para viajar
  • Elegir en qué quieres trabajar y cuánto tiempo
  • Tener ahorros suficientes para comprarte la casa que quieres

Una vez tienes los objetivos claros, llega el momento de pasar a la siguiente fase. Ten en cuenta que es bueno ir revisando los objetivos cada cierto tiempo para ver si han cambiado y para revisar cómo va tu camino para conseguirlos.

Paso 2: Analiza tu situación financiera de partida

Con los objetivos marcados, lo primero que tienes que hacer es conocer tu situación financiera actual. ¿Por qué? Porque tienes que saber dónde estás para poder planificar el camino para llegar a tus objetivos.

Este análisis consiste en saber cuánto dinero ingresas, cuánto dinero gastas y en qué te lo gastas. Puedes usar una de las muchas aplicaciones que existen para controlar ingresos y gastos, hacerlo en un Excel o en papel y boli. Lo importante es que lo hagas.

pasos para obtener la libertad financiera
Es importante que analices tu situación de partida para trazar un camino.

El objetivo de este análisis es tener constancia de en qué te estás gastando el dinero y detectar si hay algún área en la que crees que estás invirtiendo demasiado innecesariamente. Por ejemplo, puede que estés gastando demasiado en comer fuera de casa y no te habías dado cuenta o en productos o servicios que realmente no usas.

De este modo, puedes reducir esos gastos y dedicar el dinero a ahorros, inversiones o proyectos.

Paso 3: Adapta tu estilo de vida

Con el análisis anterior en la mano, llega el momento de tomar las primeras decisiones en lo que respecta a tu nivel o estilo de vida. Dependiendo de tu situación, es posible que tengas que hacer algunos cambios y sacrificios.

Por ejemplo, puede que tengas que empezar a vivir de manera más tranquila, reducir gastos innecesarios o, incluso, cambiar algunos hábitos de consumo. Piensa si realmente necesitas eso que vas a comprar y si tenerlo te ayudará a conseguir tus objetivos.

No queremos decir que te prives de todo y vivas de una forma miserable, pero debes tener siempre en mente tus objetivos y que tendrás que hacer sacrificios para lograrlos. Recuerda que son sacrificios a corto plazo para poder obtener beneficios mucho mejores a largo plazo.

Paso 4: Aumenta tus ingresos

Después de haber reducido o ajustado tus gastos, llega el momento de aumentar tus ingresos. Esto puede variar mucho de persona a persona y según los objetivos que te hayas planteado. Algunas opciones son:

  • Negociar un aumento de sueldo
  • Buscar un trabajo mejor remunerado
  • Compaginar tu trabajo con proyectos puntuales o extra como freelance
  • Comenzar un negocio propio: te dejamos un artículo con ideas de negocios para emprender con poco dinero
  • Construir fuentes de ingresos pasivos: lo ideal para alcanzar la libertad financiera es que tengas los ingresos o ahorros suficientes para vivir sin tener que (apenas) trabajar. De ahí que una de las mejores opciones sea generar diferentes fuentes de ingresos pasivos o semipasivos. Te damos más información sobre esto en la siguiente sección.

Ten en cuenta que el aumento de ingresos no quiere decir que vuelvas a gastar más dinero en cosas que no necesitas, porque no avanzarás en tu camino. Repetimos que no es cuestión de llevar una vida miserable, pero sí consecuente con tus objetivos.

Paso 5: Crea un plan de ahorro a largo plazo

Este paso lo puedes empezar a poner en práctica incluso antes de aumentar tus ingresos. La diferencia es que, con más ingresos, podrás destinar más cantidad al ahorro.

Dicho esto, cuando ya tengas claros los gastos y los ingresos de tu día a día, es importante que establezcas un objetivo de ahorro a largo plazo. Asegúrate de establecer metas realistas.

Si tus ingresos todavía son bajos, no te marques el objetivo de ahorrar 10 000 € en un año, por ejemplo. Para ayudarte en este apartado, puedes seguir la conocida regla del 50-30-20:

  • 50 % de tus ingresos los destinas a cubrir necesidades básicas: alquiler, hipoteca, comida, luz, agua, etc.
  • 30 % es para gastos «prescindibles»: comer fuera de casa, ropa y calzado no esencial, suscripciones a plataformas, viajes, etc.
  • 20 % restante lo destinas a ahorrar

Esta regla es orientativa y la puedes modificar según tu situación. Pero intenta ahorrar algo todos los meses, por poco que sea. Te ayudará a progresar en tu camino y a construir el hábito. Una buena forma de hacerlo es transferir automáticamente la cantidad que establezcas a tu cuenta de ahorros en cuanto recibas tu salario o ingreso. Así evitarás gastártelo en otras cosas.

También es importante que tu cuenta de ahorro no sea fácilmente accesible (para evitar que gastes el dinero en cosas que no necesitas) y que te dé beneficios, por poco que sea. Así, reducirás un poco la pérdida de capital a causa de la inflación.

ahorrar para conseguir la libertad financiera
Los ahorros son uno de los pilares para conseguir la libertad financiera.

Conforme vayas avanzando, es importante que revises tu plan de ahorro regularmente para asegurarte de estar en el camino correcto y para ir aumentando la cantidad, siempre que sea posible.

Cuando tengas un buen colchón de ahorro que te dé independencia financiera, llega el momento de que empieces a poner parte de tu dinero a trabajar para ti.

Y justo de eso te hablamos en el siguiente paso.

Paso 6: Invierte de manera inteligente

Cuando hayas conseguido ahorrar una cantidad que te sirva de colchón en caso de que las cosas salgan mal o tengas un imprevisto (incluso un poco antes, si te atreves), tienes que empezar a hacer que tu dinero trabaje para ti.

Y esto se hace invirtiendo parte de tu dinero para que tu patrimonio crezca lo más rápido posible. Hoy en día, hay muchas opciones. Por ejemplo, puedes invertir en:

  • Acciones
  • Fondos o ETF
  • Renta fija
  • Inmuebles
  • Criptomonedas
  • Relojes
  • Materias primas
  • Metales preciosos

Hay muchas posibilidades y elegir una u otra dependerá de cuál sea tu perfil de inversor, de si buscas inversiones rentables a corto plazo o a medio-largo, etc. También es importante que hagas tus investigaciones antes de invertir y que te asegures de tener un conocimiento sólido sobre el activo en el que vayas a depositar tu dinero.

Para aprender mucho más sobre el mundo financiero, las inversiones y cómo evitar perder dinero día a día, una de las mejores recomendaciones que te podemos hacer es que revises el contenido de Pablo Gil, uno de los mejores analistas técnicos y divulgadores financieros de Europa y América Latina.

De hecho, tiene una masterclass gratuita con la que obtendrás un montón de conocimientos. En ella, aprenderás sobre estos tres aspectos importantes:

  1. Las 3 principales causas por las que pierdes dinero a diario y cómo puedes evitarlo
  2. En funcionamiento del sistema financiero y cómo mantiene pobre a la población desinformada
  3. Información sobre el programa formativo con el que adquirirás una buena educación financiera para proteger tu dinero y el de tu familia y conseguir resultados de verdad con tus inversiones

Tiene buena pinta, ¿verdad? No lo dudes, más. ¡Apúntate a la masterclass y empieza a proteger tu dinero!

Fuentes de ingresos pasivos para alcanzar la libertad financiera

La clave para obtener esta independencia financiera son los ingresos pasivos, junto con una inversión inteligente. Por eso, a continuación, te dejamos algunas sugerencias de cómo generar ingresos pasivos.

Pero antes de empezar, te recordamos que los ingresos pasivos al 100 % «no existen». Vas a tener que invertir tiempo (o dinero) para generar esa fuente y, según cuál sea, para mantenerla en el tiempo.

1. Inversión en inmuebles

Una de las fuentes de ingresos pasivos más conocida está vinculada a los inmuebles. Seguro que te suena eso de: comprar un piso y alquilarlo o renovarlo y venderlo más caro y sacar beneficios.

inversión inmobiliaria
La inversión en inmuebles es una de las formas más conocidas de generar ingresos pasivos.

Y esto no solo existe con pisos, casas, oficinas o locales similares. También puedes hacerlo con plazas de garaje, por ejemplo. ¿Tienes una plaza que no usas? La puedes alquilar y sacar ingresos literalmente pasivos.

Puede que estés pensando: «pero para invertir en inmuebles necesito mucho dinero«. Esto no es del todo cierto. Hay otras formas de invertir en ladrillo con poco dinero. Te las contamos:

  • Crowdfunding inmobiliario: mediante plataformas, se recopila capital para invertir de forma conjunta en un inmueble al que no se podrían acceder de forma individual. Posteriormente, los beneficios (por alquiler o por venta) se reparten en base al porcentaje que haya comprado cada persona. Con este método, las plataformas se encargan de hacer todas las gestiones. Algunas de las más conocidas son Urbanitae, Estateguru, Brickstarter o Evostate.
  • REIT (Real Estate Investment Trust): se conoce en español como SOCIMI (Sociedad Cotizada Anónima de Inversión en el Mercado Inmobiliario). Son empresas que se dedican a la compra, rehabilitación, alquiler y venta de diferentes tipos de propiedades. Algunas de estas empresas cotizan en bolsa, por lo que puedes invertir en ellas. Al hacerlo, estás invirtiendo en inmuebles de forma indirecta.

Como ves, hoy en día, este tipo de inversión está al alcance de casi todo el mundo. Eso sí, recuerda investigar bien cualquier plataforma o proyecto antes de poner tu dinero.

2. Crea infoproductos

Los infoproductos son un contenido formativo que puede tener diferentes formatos (ebook, PDF, vídeo, audio, curso…) y que se vende por internet.

La mayor ventaja de este tipo de productos es que puedes llegar a muchísima gente, además de que no necesitas almacenar el producto de forma física. Tienes más detalles en el artículo sobre qué es un infoproducto.

A modo de resumen, tienes que crear el contenido (es la parte que más tiempo te llevará), hacer el lanzamiento (mira el artículo de cómo hacer un lanzamiento) y automatizar el proceso de venta para que te vaya generando ingresos pasivos.

Hoy en día, la barrera de entrada para crear estos productos es muy baja. Es decir, cualquier persona puede hacerlo. Por lo tanto, debes asegurarte de crear un contenido realmente útil o tener una comunidad detrás que sepas que te va a apoyar.

3. Marketing de afiliados

La afiliación consiste en recomendar los productos o servicios de terceros y ganar dinero mediante comisiones por cada venta que se haga gracias a tu recomendación.

Como en otros casos, vas a tener que trabajar mucho al principio para generar el contenido que usarás para enlazar a esos productos o servicios.

Algunos de los canales o plataformas más comunes para compartir los enlaces de afiliación son:

  • Vídeos en YouTube
  • Redes sociales
  • Comunidades en Telegram o WhatsApp
  • Blog de nicho sobre una temática
  • Newsletters (tienes otros ejemplos en el artículo sobre cómo ganar dinero con una newsletter)
  • Pódcasts

Además, hoy en día existen programas de afiliación de casi todo tipo de productos o servicios. Lo más habitual es centrarte en un nicho o temática, para que al compartir esos enlaces, tengas mayor conversión (porque la gente está realmente interesada). Te dejamos algunos ejemplos:

  • Cursos y formaciones online: Hotmart, Udemy…
  • Servicio de hosting web: Sered, Raiola, DonDominio…
  • Reservas de alojamientos: Booking, LogiTravel…
  • Coches de alquiler: RentalCars, DiscoverCars…
  • Actividades y tours: Civitatis, GuruWalk…
  • Servicios financieros: Trade Republic, Interactive Brokers, Raisin…
  • Todo tipo de productos físicos: Amazon
  • Muchos otros, como consultorías, herramientas, software…

Si quieres profundizar en esta fuente de ingresos, te recomendamos leer nuestra guía sobre cómo ganar dinero como afiliado donde tienes mucha más información.

4. Invierte en acciones o ETF de dividendos

Con este tipo de inversiones, además de ir aumentando tu patrimonio conforme suba el precio de las acciones o ETF, también irás recibiendo dinero de manera recurrente mediante los dividendos. Por eso, son de los mejores activos para invertir.

Por un lado, tenemos las acciones, que consiste en comprar parte de una empresa. En este ejemplo, nos centramos en acciones que reparten dividendos. Estos son un porcentaje de los beneficios que ha obtenido una empresa en el año y que decide repartir entre sus accionistas.

Los dividendos se reparten de forma mensual, trimestral, semestral o anual, dependiendo de la política de la empresa. Lo más habitual es que se paguen trimestralmente.

Invierte en acciones o ETF de dividendos
En esta gráfica de Dividend Growth Investor se aprecia cómo ha aumentado el pago de dividendos del S&P 500 año tras año.

Hay muchas empresas que pagan dividendos a sus accionistas. Aquí tienes algunos ejemplos:

  • Realty Income
  • Apple
  • Microsoft
  • Coca-cola
  • Starbucks
  • Verizon

Por otro lado, están los ETF, que son fondos cotizados en bolsa. Es decir, los puedes comprar y vender durante la jornada, como con las acciones. Además, los ETF agrupan varias compañías y lo hacen de forma que suelen replicar índices, como el S&P 500. Así, tu inversión está más diversificada.

En el caso de los ETF de dividendos, como es de esperar, las empresas que forman parte del fondo son empresas que reparten dividendos a sus accionistas.

Los ETF recolectan los dividendos pagados por las acciones dentro del fondo y luego los distribuyen a los accionistas del ETF. Aquí, los pagos también pueden darse cada mes, trimestre, semestre o año, según la política del ETF en cuestión.

El el caso de los ETF, hay dos formas de recibir los pagos:

  • ETF de distribución: distribuyen el ingreso por dividendos directamente a los inversores y estos son los que deciden si reinvertir ese dinero, retirarlo o usarlo para otras cuestiones.
  • ETF de acumulación: en lugar de pagar los dividendos directamente a los inversores, estas cantidades se reinvierten automáticamente en el propio ETF. De este modo, se benefician del interés compuesto.

Por último, te dejamos con algunos ejemplos de ETF de dividendos:

  • Fidelity Global Quality Income UCITS ETF (EUR Hedged)
  • Vanguard FTSE All-World High Dividend Yield UCITS ETF Distributing
  • WisdomTree Japan Equity UCITS ETF USD Hedged Acc
  • Vanguard FTSE All-World High Dividend Yield UCITS ETF Acc
  • Amundi ETF MSCI Emu High

Ten en cuenta que la rentabilidad mediante los dividendos no es de las más altas que puedes conseguir. Pero esto junto con el aumento de valor de los activos, será mucho más rentable que tener el dinero parado en el banco.

Y te recordamos que, como en cualquier otro tipo de inversión, con las acciones y los ETF existen riesgos. Las rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras. Por lo tanto, te recomendamos que investigues muy bien en qué activo vas a invertir y que consideres los riesgos.

5. Usa las finanzas descentralizadas

Otra forma de generar ingresos pasivos, aunque también podría considerarse como inversión, es usar parte de tu dinero para hacer diferentes operaciones en el mundo de las DeFi.

En nuestro artículo sobre qué son las finanzas descentralizadas te lo explicamos todo con más detalle. En resumen, las DeFi son un sistema financiero descentralizado (sin intermediarios) basado en la blockchain donde puedes hacer varias operaciones con las que conseguir rendimientos.

Básicamente, puedes hacer operaciones financieras (pedir o conceder préstamos, hacer staking de tokens, tradingyield farming…) y obtener rentabilidades más elevadas que en el sistema tradicional, ya que no hay bancos ni intermediarios que se queden con la mayor parte del pastel.

Si quieres aprender más sobre el mundo de las DeFi, te recomendamos que pruebes el método Banca sin bancos, con el que podrás duplicar tu patrimonio.

6. Vende fotos de stock

Otro tipo de fuente de ingresos pasivos es la fotografía de stock, que consiste en vender las licencias para el uso de las fotos que hagas. Para ello, debes subir tu material a plataformas o webs que se encargan de gestionar estas licencias.

Algunas de las más conocidas son: Shutterstock, Adobe Stock, iStockphoto, Freepik, Stocksy, Offset o Alamy, entre otras.

A estas plataformas acuden empresas, negocios, marcas o bloggers que necesitan usar fotografías específicas para su contenido. Cuando compran la licencia para usar tu foto, tú recibes una cantidad a modo de regalía.

En este caso, vas a tener que esforzarte mucho al principio para crear un buen portafolio de imágenes. Luego, sí que pueden llegar a convertirse en ingresos totalmente pasivos. Sin embargo, es recomendable que sigas subiendo material a las diferentes plataformas, ya que siempre hay nuevas tendencias que puedes aprovechar.

Si quieres aprender más sobre esta fuente de ingresos, te recomendamos que leas el artículo sobre cómo vender fotos por internet.

Estos son algunos ejemplos de formas de generar ingresos (semi)pasivos. Tienes muchos más en nuestro artículo sobre cómo ganar dinero extra.

Creencias limitantes que debes superar

Para acabar con el artículo, queremos hablar de algunos factores que puede que te impidan ser libre, tanto financieramente como en general, y de cómo puedes actuar para evitarlos lo máximo que puedas.

1. Síndrome del impostor

Son pensamientos que se repiten en tu mente y con los que siempre te vas a estar comparando con otras personas, otros proyectos u otras situaciones. En esta comparación, siempre sales perdiendo tú.

Por ejemplo, piensas que tú nunca vas a poder conseguir el éxito, la riqueza o el reconocimiento que tienen otros. Que esto solo le pasa a gente especial y no a ti. O, si ya lo has conseguido, piensas que ha sido suerte y que, en realidad, no te lo mereces.

Debes saber que esto no es verdad. Tienes que empezar a trabajar las causas cuanto antes para que puedas seguir avanzando.

En nuestro artículo sobre el síndrome del impostor tenemos información que te puede ayudar a superar esta situación. Y si crees que no puedes hacerlo por tu cuenta, pide ayuda a un profesional.

2. La opinión o influencia de otras personas

Queramos o no, la opinión de otras personas, ya sean de nuestro entorno o de gente que comenta por las redes sociales, nos acaba afectando en mayor o menor medida. Siempre puede aparecer alguien que intente cortarte las alas con comentarios u opiniones.

creencias limitantes que te impiden ser libre
La opinión o influencia de otras personas puede cortarte las alas.

Puede ser desde unos padres preocupados de que cometas un error e intenten disuadirte para que no hagas cambios en tu vida, hasta amigos que no entienden el camino que quieres tomar o el típico hater que critica algo que has publicado en redes.

Ya sea con buena intención o con mala, estas personas acaban reforzando tus creencias limitantes e, incluso, tu síndrome del impostor, por lo que la bola de nieve se va haciendo más grande.

Para evitar estas situaciones, debes establecer límites. Por ejemplo, prueba a dejarle claro a las personas de tu entorno que quieres hacer ciertos cambios en tu vida y que esperas que te apoyen en el camino. Si no funciona y te siguen hundiendo, es posible que tengas que alejarte de ellas un tiempo.

En el caso de las redes sociales, puedes intentar limitar el uso o, si no puedes por los motivos que sean, bloquea a estas personas que no te aportan nada ni a ti ni a tu comunidad.

3. Tener una relación insana con el dinero

Otra de las creencias limitantes que más te puede afectar incluso sin darte cuenta está relacionada con el dinero. En general, tenemos una relación muy tóxica con el dinero. ¿Cómo es posible, si tú lo que quieres es tener más dinero para ser libre financieramente?

Está muy asentada la idea de que el dinero es algo malo que corrompe a las personas que lo tienen. Es habitual pensar que cuando alguien tiene mucho dinero es porque ha estafado a alguien o ha engañado a otras personas para conseguirlo.

Ojo, que los hay, pero esto no quiere decir que el dinero en sí sea malo o que tenerlo te convierta directamente en una mala persona. El dinero es neutro. Lo que es bueno o malo es la persona, que ya era así antes de tener el dinero.

También es habitual pensar que para que alguien se haga rico, otra persona se tiene que arruinar. Y no es así, puesto que vivimos en un mundo que cada vez es más abundante y en el que cada vez hay más dinero.

Sobre estas creencias limitantes y algunas más, así como sobre muchos otros aspectos de la libertad en general y financiera te habla Antonio G en el siguiente vídeo.

Y si quieres más consejos para mejorar la relación con el dinero, echa un vistazo al artículo enlazado, donde también aprenderás a superar las limitaciones que te impiden vender más.

Llegados a este punto, ¿crees que puedes obtener la libertad financiera? ¿Estás trabajando en ello? ¿Has logrado conseguirla y quieres compartir tu experiencia con nosotros?

¡Cuéntanos en los comentarios!

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